Los cleavages, una definición.
Un clivaje es un
concepto que alude a la fractura de la unidad del contexto político-social en
dos partes o bandos opuestos, estas divisiones en la sociedad producen
alineamientos, y al profundizarse la división aparecen los partidos políticos.
De esta forma, los clivajes definen el sistema de partidos. Este es fruto de la
historia de cada sociedad ya que la aparición de partidos políticos es
consecuencia de los conflictos que hayan existido en ella y hayan producido
alineamientos de partes de la sociedad con determinadas fuerzas políticas
creadas a partir de la profundización de la división de la sociedad originada
por los clivajes. La existencia de clivajes y partidos es un proceso histórico.
El concepto de clivaje
tiene dos derivaciones, una normativa, que hace referencia a que la división en
la sociedad es relevante y conlleva la defensa de unos determinados valores
políticos; y una derivación organizativa, que es la articulación práctica de
estos valores, y por tanto la creación de partidos políticos. El proceso que
sigue esta división estructural será por tanto el siguiente: División de la
estructura social, desarrollo de valores políticos, y creación de partidos
políticos.
Los principales clivajes
de las democracias occidentales son: clase social, denominación religiosa (de
la sociedad, no del individuo) y origen.
Los partidos se forman
sobre una estructura social establecida, por eso se presentan como el partido
de tal o cual bando, los partidos representan un bando del clivaje. Al ser los
partidos constituidos por uno de los bandos del clivaje, la consecuencia lógica
es que los individuos pertenecientes a cada bando desarrollen alineamientos con
dichos partidos, cada individuo votará a su partido, el voto es automático.
Ninguno de los clivajes
se suele presentar de forma pura. Hay tres maneras diferentes de combinar
clivajes: superposición, yuxtaposición y contradicción.
-La superposición de clivajes: se da cuando existen dos clivajes, pero los
ciudadanos que están en un bando de uno de los clivajes son los mismos que
están en uno de los bandos del otro clivaje. Por lo tanto, los clivajes se
superponen y solo existen dos bandos, la pertenencia de un individuo a un bando
de uno de los clivajes permite pronosticar a qué bando pertenecerá en el otro
clivaje. Es como si existiera un solo clivaje. Este fenómeno polariza más el
panorama político.
-La yuxtaposición de clivajes: se da cuando no existe ninguna relación
entre los dos clivajes, pertenecer a un bando en un clivaje no permite pronosticar
a qué bando pertenecerá en el otro clivaje. Los clivajes funcionan cada uno por
su lado, acaban creándose más de dos bandos. La yuxtaposición de dos clivajes
fragmenta la sociedad mucho más que la existencia de un solo clivaje, el efecto
sobre el sistema de partidos es el de una gran fragmentación ya que suelen
existir tantos partidos como bandos.
-La contradicción de clivajes: ocurre cuando un elector manifiesta un
alineamiento con un partido por efecto de un clivaje, pero también con otro
partido por efecto de un segundo clivaje. Es posible que toda esta gente acabe
generando un nuevo bando con un nuevo partido y un nuevo alineamiento. Pero
cuando el grupo es reducido o no hay espacio para la aparición o consolidación
del nuevo partido, lo más habitual es que el elector opte por alguna de las
siguientes opciones: acabará prescindiendo de una de sus identidades y votando
solo en función de la otra, que vaya alternando su voto, o que no vote. En los
tres casos, el resultado es una pérdida de la potencia de los clivajes como
predictores del voto.
Así pues, los clivajes han de ser tomados en cuenta a la hora de analizar las tendencias de voto en un país, incluso en una comunidad mucho más reducida. Es de suma importancia analizar los clivajes teniendo en cuenta la cultura y tradición de la comunidad a estudiar, pues los clivajes no se presentan de la misma manera, ni tan siquiera se tienen porque presentar los mismos, según la sociedad en que los estudiemos.
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